Esta ahí la cuestión. Una noche un poco fascinante en cuanto a la cena, y a la siguiente noche de fiesta. Una cena mexicana que hizo que mis labios estuviesen secos y pidiesen un beso húmedo tuyo. Tras la cena, pues tocaba marcha. Una marcha que se centraba en un sitio que a simple vista es inaccesible. Me sorprendió que me dejasen entrar dos veces como si nada. Bueno es todo. No tengo inspiración esta mañana. Me duele la barriga y no se que más. Es todo. Gracias por esta velada.
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