Patético. A quién se lo ocurriría hacer tal temeridad, tal estupidez, tal acto de imprudencia. Nunca antes había visto lo que hay en mi interior. Una faceta oculta que esta enmascarada y bien resuelta en mi. Un error que sigue arrastrándose hasta el mismo presente. Un error que cambió el sentido, dirección y cantidad de todo y nada. Y todo empezó con una gráfica, pues acabará con otra gráfica.
Juro y perjuro que ese momento nunca más volverá a repetirse y a partir de ahí todo volverá a su normalidad
